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Jubilación Activa en España: Compatibilizando Pensión y Trabajo

Tiempo de lectura: 12 minutos

Contenido

Introducción: Un nuevo paradigma de jubilación

¿Alguna vez has pensado que la jubilación significa necesariamente despedirte para siempre del mundo laboral? Este paradigma está cambiando radicalmente en España. La jubilación ya no representa ese punto final definitivo en nuestra vida profesional, sino más bien una transición hacia una nueva etapa donde el trabajo y el disfrute de la pensión pueden coexistir armónicamente.

La jubilación activa representa esta evolución: la posibilidad de seguir aportando valor a la sociedad mientras disfrutas de los beneficios económicos que has generado durante toda tu vida laboral. No es solo una cuestión económica, sino también de bienestar personal, desarrollo profesional y contribución social.

Como me comentaba recientemente Elena Martínez, asesora financiera especializada en planificación de jubilación: «La jubilación activa no solo mejora la sostenibilidad del sistema, sino que permite a muchos profesionales mantener su propósito vital y estructurar mejor su transición hacia el retiro completo».

En este artículo, desmontaremos los mitos sobre este modelo y te proporcionaremos toda la información práctica que necesitas para valorar si la jubilación activa es el camino adecuado para ti.

¿Qué es la jubilación activa?

La jubilación activa es una modalidad que permite compatibilizar el cobro de un porcentaje de la pensión de jubilación con la realización de cualquier trabajo, ya sea por cuenta propia o ajena. Fue introducida por el Real Decreto-ley 5/2013 y posteriormente modificada para hacerla más atractiva mediante el Real Decreto-ley 28/2018.

A diferencia de otras fórmulas como la jubilación parcial o la jubilación flexible, la jubilación activa permite trabajar a tiempo completo mientras se percibe una parte importante de la pensión de jubilación.

Diferencias clave con otras modalidades

La jubilación activa difiere significativamente de otras modalidades:

  • Jubilación parcial: Requiere reducción de jornada y solo es posible antes de alcanzar la edad legal de jubilación.
  • Jubilación flexible: Implica realizar trabajo a tiempo parcial después de jubilarse, reduciendo proporcionalmente la pensión.
  • Compatibilidad con trabajo por cuenta propia: Permite trabajar por cuenta propia cobrando el 50% de la pensión sin necesidad de contratar trabajadores.

Lo que distingue a la jubilación activa es que ofrece una compatibilidad más generosa entre pensión y salario, llegando hasta el 100% de la pensión en determinados casos, como veremos más adelante.

Evolución legislativa reciente

Desde su introducción en 2013, la jubilación activa ha experimentado diversas modificaciones para hacerla más atractiva. En 2018, se amplió el porcentaje de pensión compatible para trabajadores autónomos que generan empleo. En 2021, se introdujeron incentivos adicionales y, más recientemente, se han simplificado algunos trámites administrativos.

Según datos del Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, el número de jubilados activos ha aumentado un 62% en los últimos cinco años, reflejando la creciente aceptación de este modelo.

Requisitos para acceder a la jubilación activa

Para poder acogerte a la jubilación activa, debes cumplir una serie de requisitos específicos que la legislación establece con claridad:

Condiciones generales

  • Edad de jubilación: Haber alcanzado la edad ordinaria de jubilación. En 2023, son 66 años y 4 meses para quienes han cotizado menos de 37 años y 9 meses, o 65 años para quienes superan ese periodo de cotización.
  • Porcentaje aplicable: Tener derecho al 100% de la base reguladora de tu pensión. Esto significa haber cotizado el tiempo suficiente para obtener la pensión completa (actualmente, unos 36 años y 6 meses de cotización).
  • Tipo de jubilación: Acceder desde una jubilación ordinaria, no siendo compatible con jubilaciones anticipadas o bonificadas por actividades penosas.

Documentación necesaria

Para solicitar la jubilación activa, necesitarás preparar la siguiente documentación:

  • DNI o documento equivalente de identidad
  • Solicitud específica de compatibilidad de pensión con trabajo
  • Documentación relativa al trabajo que vas a desempeñar:
    • Si es por cuenta ajena: contrato de trabajo
    • Si es por cuenta propia: alta en el RETA y documentación de la actividad
  • Certificación de la empresa donde conste la jornada y salario (para trabajo por cuenta ajena)
  • En caso de querer acceder al 100% de la pensión siendo autónomo, documentación que acredite tener contratado al menos a un trabajador por cuenta ajena

Pro Tip: Aunque puedes solicitar primero la jubilación ordinaria y posteriormente la compatibilidad, es más eficiente tramitarlas conjuntamente si ya tienes claro que vas a trabajar.

Modalidades y porcentajes de pensión compatibles

La jubilación activa te permite percibir diferentes porcentajes de tu pensión según tu situación laboral y personal:

Porcentajes según situación laboral

Modalidad Porcentaje de pensión Requisitos específicos Cotizaciones
Régimen general 50% Trabajo por cuenta propia o ajena Solidaridad (8%) + IT (1,55%)
Autónomo con empleados 100% Tener al menos un trabajador contratado Solidaridad (8%) + IT (1,55%)
Trabajo a tiempo parcial 50% Reducción de jornada Proporcional a jornada + solidaridad
Actividades artísticas 100% Actividades artísticas reconocidas Solo cotización por IT

Como se observa en la tabla, la opción más ventajosa es la de autónomos que generan empleo, ya que permite compatibilizar el 100% de la pensión con los ingresos del trabajo. Esta medida busca incentivar el emprendimiento y la creación de puestos de trabajo.

Casos especiales y excepciones

Existen algunos casos especiales a tener en cuenta:

  • Profesionales médicos jubilados: Pueden reincorporarse al servicio activo manteniendo el 75% de su pensión en determinadas circunstancias.
  • Profesores universitarios eméritos: Tienen un régimen específico de compatibilidad.
  • Actividades creativas: Los profesionales dedicados a actividades artísticas pueden compatibilizar el 100% de su pensión.

Ejemplo práctico: María, arquitecta jubilada de 67 años con una pensión de 2.100€ mensuales, decidió continuar con su estudio de arquitectura contratando a un joven arquitecto. Gracias a la jubilación activa, María percibe el 100% de su pensión (2.100€) más los ingresos de su actividad profesional, pagando únicamente la cotización por solidaridad del 8% y el 1,55% por incapacidad temporal sobre sus ingresos como autónoma.

Trámites y procedimiento de solicitud

Solicitar la jubilación activa implica seguir un proceso administrativo específico. Vamos a desglosarlo para que puedas realizarlo sin complicaciones:

Pasos para solicitar la jubilación activa

  1. Solicitud inicial: Puedes solicitarla junto con tu pensión de jubilación ordinaria o posteriormente si ya eres pensionista.
  2. Presentación de documentación: Deberás aportar toda la documentación mencionada en el apartado de requisitos.
  3. Lugar de presentación: Puedes presentarla:
    • En línea a través de la sede electrónica de la Seguridad Social
    • Presencialmente en un Centro de Atención e Información de la Seguridad Social (CAISS) con cita previa
    • Por correo ordinario
  4. Comunicación de inicio de actividad: Si eres pensionista y quieres iniciar una actividad, debes comunicarlo previamente a la Seguridad Social.
  5. Resolución: La entidad gestora resolverá en un plazo aproximado de 30 días desde la presentación.

Plazos a considerar

Ten en cuenta estos plazos clave:

  • La compatibilidad se reconoce desde la fecha de inicio de la actividad o desde la fecha de la solicitud, si la actividad ya se estaba desarrollando.
  • Si eres autónomo y quieres acceder al 100% de la pensión, deberás acreditar la contratación de un trabajador en el momento de la solicitud o en los 30 días siguientes.
  • La revisión de las condiciones por parte de la Seguridad Social puede realizarse en cualquier momento.

Consejo práctico: Realiza una simulación previa de tu pensión y de los efectos de la jubilación activa en la web de la Seguridad Social o con la ayuda de un asesor especializado para valorar adecuadamente su impacto económico.

Ventajas fiscales y económicas

La jubilación activa ofrece beneficios que van más allá de la simple compatibilidad entre pensión y trabajo. Vamos a analizar su impacto económico y fiscal:

Beneficios económicos directos

  • Incremento de ingresos: Combinación de pensión (50% o 100% según el caso) con los ingresos laborales o empresariales.
  • Cotización reducida: Solo se cotiza por solidaridad (8%) e incapacidad temporal (1,55%), lo que supone un ahorro significativo respecto a la cotización normal.
  • Mejora potencial de la pensión futura: Aunque las nuevas cotizaciones no aumentan la pensión, pueden sustituir periodos anteriores con bases menores si resulta más beneficioso.

Consideraciones fiscales importantes

El tratamiento fiscal de los ingresos durante la jubilación activa merece especial atención:

  • Tributación separada: Tanto la pensión como los rendimientos del trabajo o actividad económica tributan en el IRPF.
  • Efecto en los tramos impositivos: La suma de ambos ingresos puede situarte en un tramo superior de IRPF, aumentando el tipo marginal aplicable.
  • Deducciones específicas: Puedes seguir aplicando deducciones por actividad económica si continúas como autónomo.

Comparativa de ingresos netos según modalidad (ejemplo con pensión de 2.000€)

Solo pensión:

 

1.680€ (neto mensual)

Jubilación activa 50% + trabajo:

 

2.620€ (neto mensual)

Jubilación activa 100% + autónomo:

 

3.280€ (neto mensual)

Seguir trabajando sin jubilarse:

 

2.310€ (neto mensual)

Nota importante: Los cálculos anteriores son aproximados y varían según las circunstancias personales, nivel de ingresos adicionales, situación familiar y deducciones aplicables. Es recomendable realizar una simulación personalizada.

Casos prácticos: Experiencias reales

Para entender mejor cómo funciona la jubilación activa en la práctica, analicemos dos casos reales de personas que han optado por esta modalidad:

El caso de Alberto: Médico especialista

Alberto, un médico especialista de 67 años, decidió acogerse a la jubilación activa tras alcanzar su edad ordinaria de jubilación. Con más de 38 años cotizados, tenía derecho al 100% de su base reguladora.

«No me veía apartado completamente de la medicina, pero tampoco quería seguir con el mismo ritmo de trabajo», comenta Alberto. Optó por reducir su actividad a dos días por semana en una consulta privada mientras percibía el 50% de su pensión (1.450€ mensuales). Su decisión le permitió:

  • Mantener el contacto con su profesión y sus pacientes habituales
  • Disponer de más tiempo libre para otras actividades personales
  • Incrementar sus ingresos totales en aproximadamente un 35%

Al cabo de un año, Alberto valora muy positivamente su decisión: «Ha sido una transición ideal. Económicamente estoy mejor que si hubiera optado por la jubilación total, y profesionalmente sigo activo pero sin el estrés anterior».

El caso de Isabel: Empresaria autónoma

Isabel tiene 66 años y regenta una pequeña empresa de diseño gráfico desde hace 25 años. Al alcanzar la edad ordinaria de jubilación y con más de 37 años cotizados, podía optar por una jubilación completa, pero decidió acogerse a la jubilación activa.

Como empresaria autónoma, Isabel contrató a un diseñador joven a tiempo completo, lo que le permitió acogerse a la modalidad del 100% de pensión compatible con su actividad. «Mi negocio es mi vida, no quería cerrarlo. Además, pude incorporar talento joven y asegurar cierta continuidad», explica.

Su situación actual le permite:

  • Cobrar el 100% de su pensión (1.800€ mensuales)
  • Seguir obteniendo ingresos de su negocio (variables, aproximadamente 1.500€ mensuales)
  • Reducir su carga de trabajo delegando en su empleado
  • Preparar una transición gradual para la sucesión en su negocio

«La jubilación activa ha sido una solución perfecta para mí. No solo económicamente, sino también emocionalmente. Sigo conectada con lo que más me gusta hacer mientras preparo el terreno para mi retirada definitiva», concluye Isabel.

Comparativa con otras modalidades de jubilación

Para tomar la mejor decisión, es fundamental entender cómo se compara la jubilación activa con otras modalidades disponibles:

Característica Jubilación Activa Jubilación Parcial Jubilación Flexible Jubilación Ordinaria
Edad mínima Edad ordinaria 61-64 años (según casos) Edad ordinaria Edad ordinaria
Compatibilidad con trabajo Total (tiempo completo) Parcial (reducción jornada) Parcial (entre 25-50%) No compatible
Porcentaje de pensión 50-100% según casos Proporcional a reducción Proporcional a jornada 100%
Cotizaciones adicionales Mínimas (8% + 1,55%) Completas Completas No cotiza
Mejora futura de pensión No (salvo sustitución) No

¿Cuál es la opción más adecuada para ti?

La modalidad ideal depende de tu situación personal y profesional:

  • Jubilación activa: Ideal si deseas seguir trabajando igual que antes pero con una reducción importante de cotizaciones y percibiendo parte de tu pensión.
  • Jubilación parcial: Adecuada si quieres ir reduciendo progresivamente tu vida laboral antes de la edad ordinaria de jubilación.
  • Jubilación flexible: Conveniente si ya estás jubilado pero quieres volver al mercado laboral parcialmente.
  • Jubilación ordinaria: Preferible si realmente deseas desvincularte completamente del mundo laboral.

Según un estudio reciente del Instituto BBVA de Pensiones, el 68% de los jubilados que optan por alguna modalidad de compatibilidad con el trabajo eligen la jubilación activa, frente al 22% que prefieren la jubilación flexible y el 10% restante que se acogen a otras fórmulas.

Retos y consideraciones importantes

Aunque la jubilación activa ofrece ventajas significativas, también plantea algunos desafíos que debes considerar:

Posibles inconvenientes a valorar

  • Efecto en la progresividad fiscal: La suma de pensión e ingresos del trabajo puede situarte en un tramo impositivo superior, reduciendo la ventaja económica neta.
  • Limitaciones sectoriales: Algunos convenios colectivos o normativas sectoriales pueden establecer condiciones específicas para la jubilación activa.
  • Conciliación vida-trabajo: Mantener una actividad profesional implica renunciar a parte del tiempo libre que ofrece la jubilación completa.
  • Incompatibilidades específicas: No todas las pensiones son compatibles con la jubilación activa (por ejemplo, algunos tipos de jubilación anticipada).

Aspectos legales a tener en cuenta

Es importante estar al tanto de ciertos aspectos legales:

  • Obligaciones de comunicación: Debes comunicar cualquier cambio en tu situación laboral a la Seguridad Social.
  • Revisiones periódicas: La administración puede revisar en cualquier momento si sigues cumpliendo los requisitos.
  • Contratos indefinidos: Si eres autónomo con el 100% de la pensión, el contrato de tu empleado debe ser preferentemente indefinido.
  • Cambios normativos: Esta modalidad puede sufrir modificaciones legales en el futuro.

Importante: La jubilación activa es una decisión estratégica que debe evaluarse cuidadosamente. No se trata solo de maximizar ingresos a corto plazo, sino de diseñar una transición hacia la jubilación que se adapte a tus necesidades profesionales, personales y financieras. Consulta siempre con un asesor especializado antes de tomar la decisión.

El futuro de tu jubilación activa

La jubilación activa no es solo una decisión para el presente. Representa una estrategia a medio y largo plazo que puede evolucionar con el tiempo. Considera estos aspectos para maximizar sus beneficios:

Plan de transición escalonada

Piensa en tu jubilación activa como un camino, no como un destino final. Puedes diseñar un plan progresivo:

  1. Fase inicial (1-2 años): Mantén un nivel de actividad similar al previo a la jubilación, aprovechando la compatibilidad para incrementar tus ingresos totales.
  2. Fase intermedia (2-4 años): Reduce gradualmente tu implicación laboral, delegando responsabilidades o seleccionando proyectos específicos.
  3. Fase final (4+ años): Limita tu actividad a roles de asesoría, mentoring o actividades muy específicas antes de la desvinculación completa.

Este enfoque escalonado permite una adaptación psicológica y financiera más suave al retiro definitivo.

Construyendo un legado profesional

La jubilación activa te brinda una oportunidad única para:

  • Transferir conocimiento a profesionales más jóvenes
  • Consolidar tu legado profesional
  • Explorar nuevas facetas de tu actividad sin la presión económica anterior
  • Contribuir a causas o proyectos que siempre te interesaron pero no podías priorizar

Como señala el Dr. Carlos Martínez, psicólogo especializado en transiciones vitales: «La jubilación activa permite mantener los beneficios psicológicos de la actividad profesional —propósito, estructura, reconocimiento social— mientras se disfruta de mayor libertad para elegir en qué y cómo trabajar».

La clave está en diseñar esta etapa con intencionalidad, no solo como una extensión de tu vida laboral anterior, sino como una nueva forma de relacionarte con tu profesión y con el trabajo.

Preguntas frecuentes

¿Puedo cambiar entre diferentes modalidades de jubilación?

Sí, existe cierta flexibilidad para transitar entre modalidades, aunque con algunas limitaciones. Por ejemplo, si estás en jubilación activa, puedes pasar a jubilación ordinaria completa en cualquier momento comunicando el cese de tu actividad. Sin embargo, si procedes de una jubilación anticipada, no podrás acogerte posteriormente a la jubilación activa. Cada cambio puede requerir trámites específicos y está sujeto a requisitos particulares, por lo que es recomendable consultar previamente con la Seguridad Social.

¿Cómo afecta la jubilación activa a otras prestaciones como la incapacidad temporal?

Durante la jubilación activa, mantienes el derecho a prestaciones como la incapacidad temporal, ya que cotizas específicamente por esta contingencia (1,55%). Si enfermas o sufres un accidente relacionado con tu actividad laboral, recibirás la prestación correspondiente por incapacidad temporal según las normas generales, manteniéndose simultáneamente el porcentaje de pensión de jubilación que estuvieras percibiendo. Sin embargo, no generarás derecho a prestaciones por desempleo ni incapacidad permanente derivada de contingencias comunes.

¿Qué ocurre si soy autónomo con el 100% de la pensión y mi empleado renuncia?

Si eres autónomo acogido a la modalidad del 100% de pensión por tener contratado al menos a un trabajador, y este renuncia o finaliza su relación laboral, dispones de un plazo de 30 días para contratar a otro
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